sábado, febrero 21, 2009

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Mi abuela murió el día antes de mi cumpleaños. Yo lo supe el día siguiente, pa mi cumple, tomando una chela con mi hermano. se murió la mamita ayer, me dijo. Extraño trago bebí. La enterramos en la mañana, mi mamá no quizo que te dijera ayer, si igual no ibai a alcanzar a llegar. Yo andaba de vacaciones, volví pa mi cumple, a celebrarlo, no hice nada por que llegué casi de madrugada a conce y me habían robado el celular, estaba sólo mi hermano despierto. Al día siguiente no fuí al cementerio, ni al siguiente, ni al siguiente, de hecho no he ido nunca. Es extraño, es la persona mas cercana que se ha muerto, de hecho es el único familiar directo que ha llegado a esa etapa del espiral... y no lo viví, cuando llegué ya había pasado. Muchos recuerdos dejó, cuando niño vivió un tiempo en con nosotros, no recuerdo cuanto, ni que edad tenía. Solo recuerdo que era chico. Recuerdo el mate, que hoy tomo, con hierbas que tenía plantadas por ahi. Recuerdo sus plantas, costumbre que me heredó silenciosamente y sin yo darme cuenta terminé actualmente rodeado de maceteros con plantitas, de hecho tengo una que ella me regaló el último día que la ví. Estaba harto a mal traer hace un tiempo ya, con desajustes propios de un cuerpo bapuleado por enfermedades de avance lento pero letal, de esas que uno le toma seriedad cuando el daño ya es irreversible. no la ví por mucho tiempo... pero ese día es que viaje a conce, tenía ganas de verla, le dije a mi mamá y hermana que quería ir, agarramos el auto y fuimos un ratico en la tarde. Estaba filete, demasiao bien, muy alegre, cariñosa, de ojos cansados, con agujeros y parches. Me abrazó y sonrió de la misma forma que yo tenía en la memoria. Su cuerpo mucho mas maltratado, pero era la misma y siempre va a serlo. no viví su enfermedad. No fuí a su funeral. No la ví quejarse, ni llorar. No la ví mirarme y no recordar mi nombre. No ví su cuerpo tambalear y su mirada distante. No ví a mi madre llorarla... No ví nada. Mi recuerdo es siempre sonriendo y un abrazo. Hace unos días partió el abuelo de un amigo, gran hombre, de antología. De él ví procesos de su despedida, poco, pero mas que de la mía ya antes perdida. Ví su Familia cuidarlo, aguantar y despedirlo. De mi abuela nada. No se si es mejor o peor,así fué no mas. De hecho no sé cual fué el motivo de escribir esto, mi despedida quizás. me dieron ganas no má. No creo que ella pueda leerla. Ojalá tengan blogs donde esté. Quizás ella piense lo mismo de su nieto descarriado... que me recuerde sólo como un niño, de sonrisa fácil y manos curiosas. Y no como el proyecto de hombre que soy ahora.