martes, octubre 14, 2014



Si me quieres, no te quiero. Mucho, poquito, nada?, ya no me acuerdo del mucho.
Si me quieres, no te quiero. Te quiero, pero... seamos amigos?. 
Seamos amigos, te quiero. Quiero follarte, también vale, no?. No dije que cosa quería, solo un te-quiero.
Viene una, luego otra (no muchas eso si), una casi vino, la otra casi tinto, otra nunca quiso venir. Ni antes, ni después. A ella la quiero, siempre la quise. Ella no.
Todo parte bien. Entretenido. Reír. Acostarse (con y sin dormir), comer, salir y encerrarse. Luego, el ahogo. Olguita Marina. 
El beso ya no es curioso, ya no hay rincones tras esa carcajada. Siempre habrán recovecos en su mundo, claro, pero ya no quiero seguir explorando. Ya lo supe, no la quiero.
Ahora ella me odia.
"Si la odias de entrada, anda  y folla. Si te importan los sentimientos, espera... anda, folla y ódiala después." Dijo el viejo Chinaski.
Mientras era el limbo, su lengua flotaba y el príncipe existía. En alguna parte de mis orejas. Cuando ya se ha recorrido aquel peladero, en donde no se sigue, por que ya está toda la tierra pisada...
Ya no te quiero, o sea, nunca te quise. Pudo haber sido, pero no. Había que intentarlo.
Nada atraviesa el concreto pétreo de tu odio, del contrato firmado en el aliento cruzado.
Habrá que conformarse y fingir?. no es difícil, después, bueno, llega el amor, dicen... con los años y sin Tv.
Me niego!... hasta la necie-sidad. Como las plantas al agua.
No sólo de pan vive el hombre, ni de manzanas la mujer. 
Es como el día nublado, como la sopa frita... están los aliños, pero no.
No te quiero
Quisiera quererte.
(Por que veo que igual me quieres.)
Pero no.
Se quiere lo que no me quiere, 
Sinsentido
Pero así es. Niños hasta la muerte.
No me conformo, converso con la almohada. Me aburro y voy. Alegría. Pasión. Hambre. Sed. Sueño. Odio. Te dejo, me odias. Me dejas, te odio. El orden no altera el producto.
Ser conformista y quedarse con la que lo quiere. Aceptar lo que cae por gravedad.
Pero ya no tengo vuelta. No se me para, no me calienta. 
De noche quizás, como los gatos negros.
Algún día me conformaré y cambiar pies, por raíces. Y ya no hay hambre. Sed si, siempre.

Ojalá no lo leas tu, con quien quizás me conformé. Eso creerás y sacarte de ahí, imposible. Y todo el ciclo repite, ni imaginarlo quiero. Las sábanas, las cambié recién.