sábado, agosto 23, 2014

Semáforero.















Veo la noche desde la cabina de copiloto, del camión de mi papá. Afuera hace frío, se nota por la ventana empañada. Acá calentito. En la piernas de mamá, no hace frìo nunca. Te calientan por debajo, hasta llegar a la cabeza, con su mano haciéndome cariño, desarmando el remolino, que tan bien peinado me lo tenía antes de salir. 
Mi papá arregla semáforos. Los viernes lo acompañamos. En la semana no, por que hay clases y mamá trabaja, pero los viernes, salimos de noche y vuelvo durmiendo a casa, no sé a que hora exactamente, por que nunca miro el reloj, como voy dormido. 
Nos detenemos en la esquina, prende muchas luces, se baja (y pone unos gorros de duende, naranjos, en el suelo), abre una escalera naranja, frente al semáforo. Se encarama y llega hasta las luces. 
Son fuertes me dice él, así que tiene que usar gafas, sino quedaría ciego. 
Los semáforos se arreglan de noche. Por que de día andan muchos autos, que son como las personas. Están despiertos, casi siempre de día y de noche descansan. Aunque hay autos que les gusta salir a rodar en la noche, sin sol. Como que les molestara, me tinca. Uno me dijo una vez, que se le calentaba el motor de día, por eso prefería la noche. Yo creo que es mentira. Es flojo no mas y no le gusta despertar temprano, como mi hermano grande. Que tampoco le gusta ducharse. - "Pa que? (dice), si ni siquiera he transpirao?".
Los autos son como los zapatos de las personas, que los llevan y corren más rápido. Para no cansarse igual.
Entonces, mi papá sería, algo así como un zapatero?. Me perdí.