sábado, noviembre 30, 2013

La otra extremidad.



Mirando a la gata Kali, creo que me dan ganas de tener otra extremidad...no una mano, ni tampoco un pie. 
Algo intermedio o quizás que no tenga función "productiva", sino sólo para placer.
Si bueno, la verdad es que tengo algo así, pero no podría desenfundarlo y sacar a tomar aire o decir: oye mira!, estoy feliz, o estoy consternado o simplemente, moverla frente a cualquiera, por el simple placer de ejecutar, con ese trozo corpóreo adyacente, un movimiento. 
Rítmico quizás, como las viejas que mueven la patita, al son de la música de aquella fiesta, en que ningún sobrino o nieto complaciente las saca a bailar.
Tener una extremidad así sería divertido. Cuantas veces nos falta una mano?, o quizás un pie, por ejemplo, para correr a toda velocidad con dos pies y en la otra llevar el balón hasta hacer un histórico golazo!?. A qué futbolista no le gustaría eso.
U otra mano para rascarme la espalda o cambiar la música, mientras atiendo alguna boca maltrecha. 
Quizás no para expresarme, para eso está la lengua. Tampoco para ocuparla... Mejor pedir ayuda y que alguien haga, lo que tus dos manos no pueden. Así se crea una comunidad de personas trabajando para un objetivo en común.
La lengua... Que si bien a veces es filosa y otras mentirosa... Sirve bastante bien para decir lo que se quiere. Si alguien no lo expresa es por que no sabe lo que quiere o no ha aprendido a expresar lo que quiere decir... 
Tema ya completamente independiente de la dote corpórea, sino más bien jurisdicción plena, del entendimiento y desarrollo mental.
Lo que me lleva a preguntarme... Así como la lengua a veces miente...Existirán perros que muevan la cola aparentando felicidad y por dentro la pena o rabia los embargue?.
Colas mentirosas, difícil, pero no imposible.

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