jueves, junio 14, 2012

Jubilación Anticipada...





La vida de Licenciado no es fácil, pareciera que si, a primera vista… pero es exigente en algunos ámbitos, relativos al ciclo sueño-vigilia. Se duerme, hay que decirlo… y tranquilamente casi siempre… a pata suelta o babeando como diría otro, pero hay un desorden. Digamos, que no es muy “cíclica”, mas bien aleatorios, los tiempos dentro del sobre y los tiempos sobre ambos pies.



Hay días en los que se está en la horizontalidad, una buena cantidad de horas… pero hay otros en que pareciera llevar la delantera el estar sentao, el algún lugar, vaso en mano y métale conversa. Volumen alto, poca luz (o mas bien suaves y coloridas). Chicas lindas por ahí, por allá, pasando cuales cervatillos frente a la mirada reptiliana de tanto caballo jote… o guitarras borrachas y cantantes de ducha en un departamento amigo .


No digo que sea una licencia trucha… no no no no… es real, pero no incapacitante para la vida relajada. Letal en las funciones laborales eso si. Por lo que… aprovechar las vacaciones forzadas no es pecado, digo yo. En fin.


Hice muchas cosas esa licenciosa mañana, disfrutando de detalles, colores y sonidos… desde barrer, lavar la loza, hasta guitarrear a todo volumen.


De pronto sin darme cuenta, había cambiado mi atuendo con el que había partido el día… llevaba: buzo, polera y sobre ella una HughHefneriana bata de domir… pantuflas… una tacita de té calentito al lado… sentado en una silla mecedora (diseño moderno, pero mecedora al fin)… la gata muy echá sobre las piernas… una mano haciéndole cariño y la otra tomando un libro abierto. Frente al ventanal del cuarto piso…


Por un segundo me desdoblé, salí del cuarto flotando… atravesado el vidrio me paré al otro lado… volando cual viejo pascuero… sin Rodolfo y sus amigotes, ni trineo, sin pelo blanco, sin traje rojo (sino bata), sin barba blanca ( sino barba verde), con una poncha a escala eso si… en realidad no me parecía mucho… mas que estar ahí volando y mirando pa dentro del depto, como un fisgón


Pero me ví ahí. Sentado, en paz y quieto… Muy quieto…


Pensé…


Y luego, mirándome a través del cristal, me dije: …Seamos sinceros compadre! …Realmente, tendré alma de jubilado ?





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