A veces imagino que somos como gotas de lluvia. Nos separamos de la madre nube: pequeñas, grandes, redondas, alargadas... Algunas apenas podrían llamarse gotas, casi una garuga...
Todo depende del viento que las modeló y de la nube que la vio nacer, terminando con ello su existencia misma... gota a gota de fue desvaneciendo.
Nacimiento y muerte simultánea... teniendo en cuenta el recorrido al caer.
Casi un pestañeo ventolero.
Volamos a través de la nada.
Algunos solos
Otras acompañadas en el aire (sin tocarse, para no fundirse), otras encuentran compañía en un vidrio ventanal.
Otras no alcanzan a llegar al suelo y se transforman en aire (nuevamente), calor mediante...
Y otras... sin siquiera caer en un mísero charco... Esas otras, a veces sin saberlo siquiera... llegan directamente al mar.
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